¿Alguna vez has pensado cómo el agua potable llega a tu hogar? ¿Has pensado alguna vez cómo se transforma el agua sucia en agua segura para todos? Entonces, si te interesa, sí, desglosemos cómo obtenemos el agua potable.
Verías muchas máquinas y tuberías grandes trabajando dentro de una planta de producción de agua potable para purificar el agua que estamos proporcionando. Como poner productos químicos crudos en una fábrica y obtener un producto puro, la planta de agua toma agua sucia de ríos o fuentes subterráneas y produce agua potable para los seres humanos.
El proceso de fabricación de agua potable comienza con la extracción de agua naturalmente sucia de fuentes como ríos o pozos subterráneos. El agua luego pasa por un proceso conocido como filtración, donde se eliminan las impurezas y los residuos. Luego se desinfecta el agua, matando cualquier germen o bacteria dañina para asegurar que sea segura para beber. Desde allí, este agua limpia fluye a través de tuberías y llega a casas, escuelas y otros lugares donde las personas necesitan agua potable.
Es vital que el agua que consumimos sea segura y purificada. Por eso, los trabajadores en las plantas de agua potable prueban el agua varias veces al día para asegurarse de que es segura. Estos trabajadores recolectan muestras del agua y las prueban en laboratorios especializados en busca de gérmenes o químicos dañinos. Si descubren algo peligroso, lo reparan antes de que el agua se comparta con la población.
Las plantas de purificación de agua utilizan muchas tecnologías avanzadas para recuperar el agua potable segura y limpia. Una de esas tecnologías es la osmosis inversa. Este es el momento en que el agua se fuerza a través de filtros especiales para extraer partículas extremadamente pequeñas. Otra tecnología es la desinfección por ultravioleta, en la que la luz ultravioleta elimina gérmenes dañinos en el agua. Estas tecnologías son fundamentales para garantizar la calidad del agua potable para todos.
Las plantas de producción de agua potable no solo trabajan para proporcionar agua limpia y segura. Esto significa que no desperdician recursos y aseguran que el proceso de crear agua pura no tenga un impacto negativo en el ecosistema. Algunas plantas operan máquinas con energía renovable, como la energía solar, mientras que otras reciclan el agua a través de sus operaciones. Estas plantas pueden seguir proporcionando agua limpia durante décadas, siendo eficientes y sostenibles.